Saludos a Quintanavides:
Soy Fernando Otaduy y cuando era un niño, por culpa de una maldita asma, pasé en su pueblo una temporada veraniega junto a una familia amiga de mis padres, entonces residentes en Vizcaya. Confieso que desde entonces no he vuelto, aunque ahora lo visito virtualmente en esta página (qué nivel), pero guardo buenos recuerdos, como la fuente de los tres caños y la trilla cuando me montaba en la tabla arastrada por los caballos. De esto hace ya 42 años. En la actualidad trabajo como técnico de Medio Ambiente y Seguridad para la Generalitat catalana, donde resido.
Casualmente, tiempo atrás, contacté con esta página de su pueblo y veo las contradicciones existentes en la apertura o no de la cantera (yo la recuerdo). Desde la perspectiva que me da mi experiencia profesional de varios años y, sin querer inclinar pareceres a un lado u otro, permítanme que les diga que estas explotaciones difieren muchísimo en su trabajo desde que ustedes lo conocieron, por lo que veo hace ya varios años. Ahora se perfora en bancada, a una altura predeterminada, sabiendo de antemano los metros cúbicos a arrancar y la carga química perfectamente medida de cada voladura y que, a su vez, está dirigida por un especialista (parecido a las voladuras de los edificios).
Las instalaciones de molienda y preparación del mineral están controladas por paneles insonorizados, cortinas de humedad, filtros, aspiradores, etc., que limitan la salida de polvo al exterior. Tampoco vamos a ser tan ingenuos, como para pensar que no va a tener ningún inconveniente, pero estas explotaciones, repito, están muy controladas.Por otra parte suelen redundar en empresas adyacentes que, a su vez, producen derivados de las mismas para la construcción y obra civil.
Como muestra puedo indicarles que en un pueblo de Lérida (parecido al suyo)casi abandonado, se abrió una cantera hace unos diez años y en la actualidad se han instalado para vivir ocho familias fijas (algunos emigrantes)se ha remodelado el mismo, se ha hecho obra civil, rehabilitado edificios que han comprado familias de fuera y hay una perfecta armonía con el medio ambiente gracias a la importante inyección económica que ha supuesto la explotación de una cantera abandonada.
Calmen los ánimos, tengan armonía, dialoguen, déjense asesorar por especialistas y tomen la decisión oportuna para su pueblo.
Saludos de nuevo.
Soy Fernando Otaduy y cuando era un niño, por culpa de una maldita asma, pasé en su pueblo una temporada veraniega junto a una familia amiga de mis padres, entonces residentes en Vizcaya. Confieso que desde entonces no he vuelto, aunque ahora lo visito virtualmente en esta página (qué nivel), pero guardo buenos recuerdos, como la fuente de los tres caños y la trilla cuando me montaba en la tabla arastrada por los caballos. De esto hace ya 42 años. En la actualidad trabajo como técnico de Medio Ambiente y Seguridad para la Generalitat catalana, donde resido.
Casualmente, tiempo atrás, contacté con esta página de su pueblo y veo las contradicciones existentes en la apertura o no de la cantera (yo la recuerdo). Desde la perspectiva que me da mi experiencia profesional de varios años y, sin querer inclinar pareceres a un lado u otro, permítanme que les diga que estas explotaciones difieren muchísimo en su trabajo desde que ustedes lo conocieron, por lo que veo hace ya varios años. Ahora se perfora en bancada, a una altura predeterminada, sabiendo de antemano los metros cúbicos a arrancar y la carga química perfectamente medida de cada voladura y que, a su vez, está dirigida por un especialista (parecido a las voladuras de los edificios).
Las instalaciones de molienda y preparación del mineral están controladas por paneles insonorizados, cortinas de humedad, filtros, aspiradores, etc., que limitan la salida de polvo al exterior. Tampoco vamos a ser tan ingenuos, como para pensar que no va a tener ningún inconveniente, pero estas explotaciones, repito, están muy controladas.Por otra parte suelen redundar en empresas adyacentes que, a su vez, producen derivados de las mismas para la construcción y obra civil.
Como muestra puedo indicarles que en un pueblo de Lérida (parecido al suyo)casi abandonado, se abrió una cantera hace unos diez años y en la actualidad se han instalado para vivir ocho familias fijas (algunos emigrantes)se ha remodelado el mismo, se ha hecho obra civil, rehabilitado edificios que han comprado familias de fuera y hay una perfecta armonía con el medio ambiente gracias a la importante inyección económica que ha supuesto la explotación de una cantera abandonada.
Calmen los ánimos, tengan armonía, dialoguen, déjense asesorar por especialistas y tomen la decisión oportuna para su pueblo.
Saludos de nuevo.
