Quintanilla de las Dueñas, conocido popularmente como Quintanilleja, era una pedanía de
Cerezo de Río Tirón, localizada en la raya divisoria de las provincias de
Burgos y
La Rioja.
En las proximidades se han encontrado restos de la Edad de los Metales. Es muy posible que en el enclave actual hubiese alguna edificación
romana ya que por allí pasaba la
Vía Itálica in Hispanias que comunicaba Milán,
Tarragona y Astorga.
El emplazamiento actual va unido a la existencia de unos eremitorios femeninos excavados en la
roca, en el lugar que era conocido como la Cuesta del Soto, alguno de las cuales aún pueden contemplarse, y de un
monasterio femenino de monjas benitas de Sietefenestras, situado en lo alto del cortado de la cuesta.
Quintanilleja además de dedicarse fundamentalmente a la
agricultura y
ganadería, contaba con un importante
molino harinero que daba servicio a los
pueblos cercanos. Molino que fue habilitado como central eléctrica. Pero el servicio eléctrico fue tan deficiente que el
pueblo tuvo que volver al alumbrado manual.
Quintanilleja sin electricidad, sin
agua, sin
escuela, sin
médico, sin
horno, ni ningún tipo de servicio, sus habitantes fueron desplazándose a la cercana población de Cerezo de Rio Tirón.
En 1965 quedó totalmente despoblada. Hoy han desaparecido prácticamente todos sus
edificios, únicamente queda en pie una
casa, los irreconocibles restos de la
iglesia de
San Millán y unos
corrales que se encuentran en muy mal estado.