La
ermita burgalesa de
Quintanilla de las Viñas está considerada una de las joyas de la
arquitectura visigótica europea. Se construyó posiblemente a finales del VII y en realidad era una basílica de la que sólo se conservan el
ábside cuadrado y la nave transversal.
En los relieves que decoran los tres frisos superpuestos que recorren los muros exteriores del
edificio, encontramos abundantes motivos vegetales inspirados en la vid. Son muy sugerentes la sucesión de roleos de zarcillos, en los que se enmarcan y alternan racimos u hojas.
Con similar decoración, resalta en el interior el
arco triunfal de herradura sobre
columnas romanas. Destaca la iconografía existente sobre la clave del arco (busto de
Cristo),
capiteles (Sol y Luna entre ángeles) y bloques exentos.
CÓMO LLEGAR
En el km 457 de la N-234,
Burgos-
Soria, se encuentra el desvío hacia de Quintanilla de las Viñas.
A escasos 200 m. de la localidad se encuentra la aislada ermita.