En pleno
valle de Sotoscueva, en la
carretera que une Soncillo con Bilbao por Espinosa de los Monteros y el valle de Mena, y junto a la
vía del ferrocarril de vía estrecha “Bilbao-La Robla”, en terreno ligeramente desigual, está situado
QUINTANILLA DEL REBOLLAR, a 20 km de Villarcayo y 96 de
Burgos.
Le prestan límites y compañía
Cornejo,
Hornillalatorre,
Barcenillas de Cerezos,
Redondo,
el Rebollar y
Quisicedo.
Con mucha probabilidad es este Quintanilla el que aparece en la pesquisa de 1175 con un
monasterio, que nos proporciona Nicolás López Martínez, citando a Argáiz. Sus pobladores declararon en las respuestas generales del Catastro del Marqués de la Ensenada en 1752 que era lugar de realengo, es decir, pertenecían al rey.
En el año 1848, Pascual Madoz le atribuye 76 habitantes en su Diccionario geográfico. En sintonía con la inmensa mayoría de los
pueblos de la provincia, creció a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y presentaba en 1900 un censo de 207 personas. Siguió creciendo en la dura primera mitad del siglo XX, hasta llegar a 286 habitantes en el año 1950. Y se mantiene con 60 personas en el año
2000, tras sufrir los embates de la inexorable emigración.