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Casa típica con montón de leña para el invierno, QUINTANILLA PEDRO ABARCA

De la antigua carretera de Burgos Aguilar de Campóo, pasado Huérmeces y el desfiladero, parte una carretera a la izquierda que, por San Pantaleón del Páramo, nos lleva hasta QUINTANILLA PEDRO ABARCA, situado en llano en un pequeño valle, junto al arroyo de Quintanilla, afluente del Úrbel, a 34 km de Burgos.
Están situados a su alrededor, algunos con montañas intermedias, Ruyales del Páramo, San Pantaleón del Páramo, Montorio, La Nuez de Arriba, Acedillo, Bustillo del Páramo y Espinosilla de San Bartolomé.
En el año 1219 aparece su nombre en la documentación del monasterio de Santa María de Rioseco, como “Quintanilla de Piedra Avarcha”. Y, según
declaraciones de sus pobladores en las respuestas generales del Catastro del Marqués de la Ensenada en 1752, pertenecía al mismo al tiempo al rey y al señorío del duque de Medinaceli.
En el año 1848 habitaban el lugar 36 personas, según testimonio de Pascual Madoz en su Diccionario geográfico. En sintonía, con la inmensa mayoría de
los pueblos de la provincia, creció a lo largo de la segunda mitad del siglo XIX y presentaba en 1900 un censo de 92 habitantes. Comenzó a descender en la dura primera mitad del siglo XX y contaba con 80 personas en el año 1950. Y conserva 25 en el año 2000, después de aguantar los embates de la emigración.