Este impresionante
santo de
agua de 30 metros, formado por las
aguas del arroyo de
San Miguel, permanece escondido en el
Valle de Sotoscueva y es la culminación de un conjunto de
cascadas que se precipitan por las laderas de Los
Montes de Somo.
La
cascada de la Salceda se encuentra en un paraje rodeado de hayedos centenarios, mezclados con robles, abedules, serbales, mostajos y acebos.
Iniciamos la ruta en la pista que nace justo antes del
pueblo de
Quisicedo, según venimos por
carretera desde Espinosa de los Monteros. La cascada se encuentra a unos 4 kilómetros, llegar a ella implica cierto esfuerzo. El
sendero está señalizado con marcas blancas y moradas. En Quisicedo encontraremos el panel informativo de la ruta.
Durante el trayecto de ascenso, avanzamos tomando como referencia el valle del arroyo de San Miguel aunque bastante alejados del cauce, pero buscando el sendero que se acerque más hacia el mismo.
Llegamos a un vallado y entramos en una zona boscosa, donde seguiremos hasta identificar la cascada gracias al sonido del agua. Terminada la pista tendremos que cruzar a la otra orilla saltando entre
piedras, si baja mucha agua este cruce puede ser complicado.
Llegamos a una
pasarela y al poco estamos en la cascada de la Salceda.
Para regresar retrocederemos hasta la citada pasarela y tras cruzarla, continuamos por un
camino con preciosas vistas hasta llegar a la bifurcación que nos conducirá nuevamente al punto de partida