Este impresionante
salto de agua de 30 metros, es otra de las joyas de Las Merindades, formado por las
aguas del arroyo de
San Miguel, permanece escondido en el
Valle de Sotoscueva y es la culminación de un conjunto de
cascadas que se precipitan por las laderas de Los
Montes de Somo.
Para llegar a la
cascada lo mejor es salir desde
Quisicedo pegados al Arroyo de San Miguel, no avanzaremos pegados a su ribera pero siempre seguiremos el
sendero más próximo al arroyo.
Un
paseo de unas dos horas largas descubriendo un paraje de enseño, rodeado de hayedos centenarios, mezclados con robles, abedules, serbales, mostajos y acebos.
La Cascada de la Salceda tiene agua casi todo el año.