Historia:
Este simpático pueblo de Rabanera está emplazado en la zona pinariega de la serranía de Burgos. Nació al tiempo del condado de Lara, cuando la Sierra, definitivamente recuperada para Castilla, se animaba con los grupos de gentes, algunos foramontanos, que llegaban con la intención de mejorar sus vidas. Como casi todos los pueblos de la comarca, Rabanera comenzó a existir en el siglo X, aunque no le hallemos documentado hasta el año 1075 (1 de Mayo).
Su nombre es un fitónimo que se refiere a la abundancia de Rábanos, como Gamonal a gamones y Cañizar a caños. No olvidemos que los castellanos, hasta hace dos siglos se mantuvieron con una dieta que cada día se parece menos a la nuestra. Quienes impusieron a Rabanera este nombre lo juestificaron por su aprecio a un fruto de sus huertos que aliviaba el hambre de muchos días. Los rábanos, que se toman hoy como aperitivos, cuando son rabanitos, en comedores de lujo, eran, con el nabo, el tubérculo que frecuentaba la olla castellana. Hasta tiempos modernos no trajo España desde América la patata.
Al doblar el año 1000, Rabanera estaba incluída en el alfoz de Hontoria del Pinar, y en ella existía un monasterio que el rey Alfonso VI agregará a la diócesis de Burgos, instalada por él en la Cabeza de Castilla proveniente de la antigua Auca (Oca) de los visigodos. Ese monasterio parece que era de los llamados "familiares" , muy abundantes en esa época, que fundaba un seglar con su hacienda y al que participaban un grupo de familiares y amigos que profesaban la observancia de alguna Regla monacal entonces vigente.
Este monasterio, de Santa María de Rabanera, tenía una decanía, un priorato que se dirá más tarde, que se llamaba Tormillos o Tormellos, situado en el territorio del alfoz de Huerta del Rey y en término actual de este Ayuntamiento, Alfonso VI también aneja el nuevo obispo esa decanía en la que, además de los monjes existía un corto poblado de campesinos y pastores.
Más adelante, siglo XIV, cuando Rabanera se incluía en la merindad de Santo Domingo de Silos, aparece en el Libro Famoso de las "Behetrías" como lugar perteneciente al abad de Fuencaliente, en tierras de la actual provincia de Soria (Fuentearmegil). Aparte de contribuir a la hacienda real con los impuestos de servicios y moneda, pagaban al abad una liviana cantidad por infurción, el casado, dos maravedises y el viudo, un maravedí. La marzazga, que también pagaban al abad, suponía 80 maravedises al concejo.
El régimen abadengo no debió de durar mucho tiempo, pues en el siglo XVI no le hallábamos en la "tierra del Condestable" y en el XVIII figura como realengo, dentro del partido de Aranda. La villa fue cumpliendo sus fines merced al esfuerzo de sus habitantes que en 1843 eran 323 y en 1950 habían subido a 414. Una modesta agricultura y ganadería con el añadido del pinar y de la carreta para el transporte bastaron para que estas gentes de fuertes tradiciones merecieran el respeto de cuantos les trataban.
A la hora de dotar a Rabanera de su particular armería parecen obvias las siguientes: Escudo partido. Primero: Armas de Castilla. Segundo: Sobre oro, pino de sinople, terrazado. Entado en punta de plata y tres rabanitos a su color. Al timbre, corona real.
(http://www.rabaneradelpinar.com)
Su nombre es un fitónimo que se refiere a la abundancia de Rábanos, como Gamonal a gamones y Cañizar a caños. No olvidemos que los castellanos, hasta hace dos siglos se mantuvieron con una dieta que cada día se parece menos a la nuestra. Quienes impusieron a Rabanera este nombre lo juestificaron por su aprecio a un fruto de sus huertos que aliviaba el hambre de muchos días. Los rábanos, que se toman hoy como aperitivos, cuando son rabanitos, en comedores de lujo, eran, con el nabo, el tubérculo que frecuentaba la olla castellana. Hasta tiempos modernos no trajo España desde América la patata.
Al doblar el año 1000, Rabanera estaba incluída en el alfoz de Hontoria del Pinar, y en ella existía un monasterio que el rey Alfonso VI agregará a la diócesis de Burgos, instalada por él en la Cabeza de Castilla proveniente de la antigua Auca (Oca) de los visigodos. Ese monasterio parece que era de los llamados "familiares" , muy abundantes en esa época, que fundaba un seglar con su hacienda y al que participaban un grupo de familiares y amigos que profesaban la observancia de alguna Regla monacal entonces vigente.
Este monasterio, de Santa María de Rabanera, tenía una decanía, un priorato que se dirá más tarde, que se llamaba Tormillos o Tormellos, situado en el territorio del alfoz de Huerta del Rey y en término actual de este Ayuntamiento, Alfonso VI también aneja el nuevo obispo esa decanía en la que, además de los monjes existía un corto poblado de campesinos y pastores.
Más adelante, siglo XIV, cuando Rabanera se incluía en la merindad de Santo Domingo de Silos, aparece en el Libro Famoso de las "Behetrías" como lugar perteneciente al abad de Fuencaliente, en tierras de la actual provincia de Soria (Fuentearmegil). Aparte de contribuir a la hacienda real con los impuestos de servicios y moneda, pagaban al abad una liviana cantidad por infurción, el casado, dos maravedises y el viudo, un maravedí. La marzazga, que también pagaban al abad, suponía 80 maravedises al concejo.
El régimen abadengo no debió de durar mucho tiempo, pues en el siglo XVI no le hallábamos en la "tierra del Condestable" y en el XVIII figura como realengo, dentro del partido de Aranda. La villa fue cumpliendo sus fines merced al esfuerzo de sus habitantes que en 1843 eran 323 y en 1950 habían subido a 414. Una modesta agricultura y ganadería con el añadido del pinar y de la carreta para el transporte bastaron para que estas gentes de fuertes tradiciones merecieran el respeto de cuantos les trataban.
A la hora de dotar a Rabanera de su particular armería parecen obvias las siguientes: Escudo partido. Primero: Armas de Castilla. Segundo: Sobre oro, pino de sinople, terrazado. Entado en punta de plata y tres rabanitos a su color. Al timbre, corona real.
(http://www.rabaneradelpinar.com)