Hola Nora:
eso nos pasa a muchas personas que nos criamos en pequeños pueblecitos de acogida. Eran y son
pueblos del
Camino. El tuyo de Santiago, el mío del Cid. Nos sentimos agradecidos cuando recordamos el bien que nos hicieron. A mi también me pasa que siento nostalgia de aquellas bellas personas que hacen del Camino una bella
posada.
Saludos cordiales