Consistencia deseada
Los ingredientes deben removerse de forma continua y enérgica para que se forme una crema homogénea
Para conseguir que esta leche adquiera la consistencia de natilla, debe espesarse con la ayuda de huevos, azúcar y harina fina de maíz. Para que queden cremosas y no se formen grumos, debe hacerse una crema con la mezcla de los huevos, el azúcar, la harina fina de maíz y un poco de leche fría hasta que se forme una mezcla homogénea.
La leche infusionada se pasa por el colador ... (ver texto completo)
Los ingredientes deben removerse de forma continua y enérgica para que se forme una crema homogénea
Para conseguir que esta leche adquiera la consistencia de natilla, debe espesarse con la ayuda de huevos, azúcar y harina fina de maíz. Para que queden cremosas y no se formen grumos, debe hacerse una crema con la mezcla de los huevos, el azúcar, la harina fina de maíz y un poco de leche fría hasta que se forme una mezcla homogénea.
La leche infusionada se pasa por el colador ... (ver texto completo)
Últimos pasos
Debe tenerse especial cuidado para que la natilla no se "agarre" en la base de la cazuela. Si esto sucediera, debe sacarse lo más rápido posible del fuego y verter sobre otra cazuela sin rascar la base quemada. Una vez que empiece a espesarse se retira del fuego, pero sin dejar de remover de forma enérgica hasta que pare el hervor. Por último, se vierte sobre los boles donde se vayan a servir para que se enfríen.
Si a pesar de todo hubiese quedado algún grumo, se bate con la batidora eléctrica y la natilla muy caliente hasta conseguir una crema fina. En general, se sirven con canela espolvoreada por encima o con una galleta, aunque una de las mayores golosinas consiste en untar con caramelo líquido la base del bol donde se vaya a verter la natilla, como si fuese un flan, y dejar enfriar. ... (ver texto completo)
Debe tenerse especial cuidado para que la natilla no se "agarre" en la base de la cazuela. Si esto sucediera, debe sacarse lo más rápido posible del fuego y verter sobre otra cazuela sin rascar la base quemada. Una vez que empiece a espesarse se retira del fuego, pero sin dejar de remover de forma enérgica hasta que pare el hervor. Por último, se vierte sobre los boles donde se vayan a servir para que se enfríen.
Si a pesar de todo hubiese quedado algún grumo, se bate con la batidora eléctrica y la natilla muy caliente hasta conseguir una crema fina. En general, se sirven con canela espolvoreada por encima o con una galleta, aunque una de las mayores golosinas consiste en untar con caramelo líquido la base del bol donde se vaya a verter la natilla, como si fuese un flan, y dejar enfriar. ... (ver texto completo)