Para saber decir adiós, hay que saber reconocer la realidad.
Debemos ser conscientes de las cosas que nos hacen bien o mal, es un paso importante en la madurez personal, y creo que uno de los pilares para construir la
felicidad.
Muchas veces tanto las personas, cosas, como los alimentos, entretenimientos, placeres, gozos y alegrías son nefastas para nuestra salud física y emocional, por lo que liberarnos de ellas puede ser un síntoma de inteligencia emocional.