El estudio científico demuestra que los riesgos de sufrir una angina de pecho aumentan un 14% en pacientes con depresión. “Ciertos tratamientos pueden elevar el riesgo de aparición de efectos a nivel metabólico cardiovascular”, explicó el doctor Ayuso. Para corregir este problema apuestan por una terapia integral que englobe no solo el trastorno mental, sino el resto de enfermedades asociadas.
Los expertos también denuncian la baja inversión pública en salud mental. De hecho,
España es el quinto país de la UE que menos dinero destina a esta partida, con un 5% del presupuesto de
sanidad, muy lejos del 13% de los primeros puestos que ocupan Luxemburgo o
Reino Unido. “Esta falta de inversión puede repercutir en el descubrimiento y desarrollo de nuevos tratamientos”, denuncia el director de Cibersam, Celso Arango.
Otro aspecto fundamental es la prevención. La mayoría de las enfermedades mentales
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