El albergue de peregrinos Pedro Solís de Avilés, en Asturias, parece la ONU porque son muchas las nacionalidades que comparten habitación, curas en los pies tras horas de caminata y experiencias de todo tipo. El alma de este antiguo hospital es José María, un jubilado que quedó enganchado tras su primer camino y ahora se entrega por completo a los peregrinos y al centro. Incluso ha liado a su hijo para que le eche un cable con los extranjeros que no hablan español.
El programa se emite los sábados de 6h a 7h de la mañana pero también se puede escuchar a partir del propio sábado a cualquier hora en el podcast del programa, el blog o el facebook del programa