Té negro: el té fermentado en su totalidad a partir de las hojas de Camellia assamica es el té negro. Por lo tanto, si además del secado y macerado de las hojas se deja un tiempo para que sus componentes reaccionen entre sí, se da el proceso de oxidación, conocido como "fermentación" (aunque no participan en él ni bacterias ni levaduras
Té rojo: conocida también con el nombre de pu-erh, esta variedad se caracteriza por un proceso de fermentación muy largo, que dura varios años. Este té es quizá de los más peculiares, tanto por su forma de presentación (en bolas o ladrillos compactos), como por su sabor terroso y su
color rojizo