Jueves 16 de septiembre de 2010
Cornelio y Cipriano
INICIO
1Cor 15, 1-11: Esto es lo que predicamos; esto es lo que hemos creído
Salmo: 117: Den gracias al Señor porque es bueno.
Lc 7, 36-50: Porque tiene mucho amor
Este hermoso pasaje nos interpela y nos invita a: 1) no juzgar el pasado de las personas; 2) vivir con un corazón misericordioso que nos ayude a amar y perdonar a los demás. El gran testimonio de reconocimiento y arrepentimiento que da esta mujer “pecadora”, nos demuestra el profundo amor que estaba sintiendo por el Señor. Caso contrario es el del fariseo que lo invitó a comer. Su actitud cerrada a la gracia no deja ver el acto de amor que está aconteciendo en ese momento. Más bien, lo que hace es juzgar tanto a la mujer como a Jesús “que no se ha dado cuenta quién es esa mujer”. Jesús sí sabe quien es ella. Al final, Jesús perdona todos los pecados de la mujer y se arma el escándalo “ ¿Quién es éste que hasta perdona pecados?”. Y no sólo eso, sino que le dice “tu fe te ha salvado”, dando a demostrar que es también desde la actitud de arrepentimiento que los pecados son perdonados. La pregunta es: ¿Será que nuestros esquemas mentales son como los de este fariseo y no logramos visualizar el amor y la misericordia de Dios en los demás? ¿He experimentado el amor de Dios
Cornelio y Cipriano
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1Cor 15, 1-11: Esto es lo que predicamos; esto es lo que hemos creído
Salmo: 117: Den gracias al Señor porque es bueno.
Lc 7, 36-50: Porque tiene mucho amor
Este hermoso pasaje nos interpela y nos invita a: 1) no juzgar el pasado de las personas; 2) vivir con un corazón misericordioso que nos ayude a amar y perdonar a los demás. El gran testimonio de reconocimiento y arrepentimiento que da esta mujer “pecadora”, nos demuestra el profundo amor que estaba sintiendo por el Señor. Caso contrario es el del fariseo que lo invitó a comer. Su actitud cerrada a la gracia no deja ver el acto de amor que está aconteciendo en ese momento. Más bien, lo que hace es juzgar tanto a la mujer como a Jesús “que no se ha dado cuenta quién es esa mujer”. Jesús sí sabe quien es ella. Al final, Jesús perdona todos los pecados de la mujer y se arma el escándalo “ ¿Quién es éste que hasta perdona pecados?”. Y no sólo eso, sino que le dice “tu fe te ha salvado”, dando a demostrar que es también desde la actitud de arrepentimiento que los pecados son perdonados. La pregunta es: ¿Será que nuestros esquemas mentales son como los de este fariseo y no logramos visualizar el amor y la misericordia de Dios en los demás? ¿He experimentado el amor de Dios
buenas noches señora carmen.