Viernes 1 de octubre de 2010
Teresa del Niño Jesús
INICIO
Job 38,1.12-21; 40,3-5: ¿Has entrado por los hontanares del mar?
Salmo 138: Guíame, Señor, por el camino eterno.
Lc 10, 13-16: “El que a ustedes desprecia, a mí me desprecia”
El texto de hoy nos pone de relieve el aspecto conflictivo de la misión cristiana: de la misma manera que Jesús se encontró con el rechazo, la hostilidad; de igual modo le ocurrirá a los que han decidido seguirle en el aquí y el ahora de la historia de la humanidad, y hacen vigente su proyecto liberador. En el contexto inmediato lucano, la mención de Corozaín y Betsaida es la advertencia dirigida a las comunidades para que respondieran favorablemente a la palabra de Dios y no imitaran las respuestas de algunas ciudades de Galilea ante la misión de Jesús. De fondo, el evangelista quiere mostrarnos una enseñanza pedagógica para la misión del cristiano hoy: la gran dificultad de lograr una genuina respuesta creyente y creíble es la de esperar “milagros” para manifestar maduramente su fe. La respuesta a la palabra de Dios manifestada en Jesús no debe estar supeditada a acciones deslumbrantes, sino a la convicción sensata y hondamente arraigada en el corazón de las comunidades creyentes que manifiestan su plena certeza sobre el designio salvífico de Dios en la historia por medio de la evangelización y del trabajo por la justicia, la paz y la integridad de la creación.
Teresa del Niño Jesús
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Job 38,1.12-21; 40,3-5: ¿Has entrado por los hontanares del mar?
Salmo 138: Guíame, Señor, por el camino eterno.
Lc 10, 13-16: “El que a ustedes desprecia, a mí me desprecia”
El texto de hoy nos pone de relieve el aspecto conflictivo de la misión cristiana: de la misma manera que Jesús se encontró con el rechazo, la hostilidad; de igual modo le ocurrirá a los que han decidido seguirle en el aquí y el ahora de la historia de la humanidad, y hacen vigente su proyecto liberador. En el contexto inmediato lucano, la mención de Corozaín y Betsaida es la advertencia dirigida a las comunidades para que respondieran favorablemente a la palabra de Dios y no imitaran las respuestas de algunas ciudades de Galilea ante la misión de Jesús. De fondo, el evangelista quiere mostrarnos una enseñanza pedagógica para la misión del cristiano hoy: la gran dificultad de lograr una genuina respuesta creyente y creíble es la de esperar “milagros” para manifestar maduramente su fe. La respuesta a la palabra de Dios manifestada en Jesús no debe estar supeditada a acciones deslumbrantes, sino a la convicción sensata y hondamente arraigada en el corazón de las comunidades creyentes que manifiestan su plena certeza sobre el designio salvífico de Dios en la historia por medio de la evangelización y del trabajo por la justicia, la paz y la integridad de la creación.