Miércoles 20 de octubre de 2010
Irene / Laura / Adelina
INICIO
Ef 3, 2-12: También los gentiles son coherederos de la promesa
Interleccional: Is 12, 2-6: Sacarán agua con gozo de las fuentes del Salvador.
Lc 12, 39-48: A quien mucho se le dio, mucho se le pedirá
Este texto está formado por tres partes relacionadas entre sí. En la primera se nos habla de la reiterada advertencia de Jesús a sus discípulos de estar preparados y atentos para la venida del Hijo del Hombre. Es necesario para estos tiempos convulsionados de hoy estar en una actitud que le dé sentido a nuestra experiencia de fe: hay que estar alertas a las mociones del Espíritu en la historia. Tenemos que tener la agudeza evangélica necesaria para comprender los sentidos de la revelación de Dios en la comunidad humana. La segunda parte del texto nos pone de cara con la ingenuidad del dirigente de la comunidad: las palabras que dices, Jesús, ¿son para nosotros o para todos? La respuesta de Jesús es clara y tajante: tanto ayer como hoy, estamos llamados a ser dirigentes fieles, responsables, sin perder el carácter liberador, profético y salvífico del servicio coherente con el Evangelio. Por último, el texto despliega el telón teológico, con una invitación concreta: la administración responsable de los bienes recibidos no importando si son muchos o pocos. En definitiva, el sentido del texto en su totalidad, apunta a la conducción responsable de la comunidad cristiana por parte de sus animadores.
Colaboracion Servicio Biblico Latinoamericano
Irene / Laura / Adelina
INICIO
Ef 3, 2-12: También los gentiles son coherederos de la promesa
Interleccional: Is 12, 2-6: Sacarán agua con gozo de las fuentes del Salvador.
Lc 12, 39-48: A quien mucho se le dio, mucho se le pedirá
Este texto está formado por tres partes relacionadas entre sí. En la primera se nos habla de la reiterada advertencia de Jesús a sus discípulos de estar preparados y atentos para la venida del Hijo del Hombre. Es necesario para estos tiempos convulsionados de hoy estar en una actitud que le dé sentido a nuestra experiencia de fe: hay que estar alertas a las mociones del Espíritu en la historia. Tenemos que tener la agudeza evangélica necesaria para comprender los sentidos de la revelación de Dios en la comunidad humana. La segunda parte del texto nos pone de cara con la ingenuidad del dirigente de la comunidad: las palabras que dices, Jesús, ¿son para nosotros o para todos? La respuesta de Jesús es clara y tajante: tanto ayer como hoy, estamos llamados a ser dirigentes fieles, responsables, sin perder el carácter liberador, profético y salvífico del servicio coherente con el Evangelio. Por último, el texto despliega el telón teológico, con una invitación concreta: la administración responsable de los bienes recibidos no importando si son muchos o pocos. En definitiva, el sentido del texto en su totalidad, apunta a la conducción responsable de la comunidad cristiana por parte de sus animadores.
Colaboracion Servicio Biblico Latinoamericano
que tengo una laura en casa
y que me quieres decir con eso