Carmen: el empadrado, así se llamaba a esa miniplaza que delante de la entrada de la
iglesia. Y es que estaba empedrado, como marca aún la
foto.
Le duró poco, porque a los pocos años se encementó la
calle y se sepultó el empedrado y el
pozo del que bebió durante siglos todo el
pueblo hasta que se trajo el
agua corriente a principios del s. XX a las dos
fuentes que aún conservan hoy en día su
pilón, a Dios gracias. Ahora se ha recuperado una añoranza de aquel pozo, porque este de ahora es meramente
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