El matrimonio es una fidelidad tan enorme, tan pura, que nos exige ser fieles a una persona muy diferente de aquella a la que juramos fidelidad, porque no solo se revela muy distinta, sino que incluso se nos pide que la hagamos ser diferente.
Sin duda, ninguna otra persona había hecho brotar de su corazón un amor tan grande, pero después de crecer y madurar así, este amor ha llegado a ser tan profundo, tan flexible, tan comprensivo, que ha pasado a ser universal.
Sin duda, ninguna otra persona había hecho brotar de su corazón un amor tan grande, pero después de crecer y madurar así, este amor ha llegado a ser tan profundo, tan flexible, tan comprensivo, que ha pasado a ser universal.