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REDECILLA DEL CAMINO: He aprendido que.... cuando...

jose mari, hay estamos victor y jose miguel mi marido y yo

Es éste el lugar del Olmo viejo?. Voy recordando poco a poco a tu esposo aunque
creo que coincidí poco con él, además de ser un mozo y yo un niño. En cambio me acuerdo perfectamente de sus hermanos Jose y Erundino y de su difunta madre Benita a la que ví ayer en una fotografía de los años 60.

ya ves què hermosos nos mantenemos!

Disculpa Vítor (o Víctor?, creo que te llamaban Vítor), no te había reconocido
y debe de ser por la toma un poco lejana... pero al enviar el mensaje, sí te reconozco, el pelo un poco más blanco, pero el resto igual. Me acuerdo de un verano que viniste al pueblo con un compañero seminarista moreno, que jugaba al
futbol con nosotros, y se hizo muy popular. ¿Es cierto o mis recuerdos siguen confusos?. Por otro lado, Vicente era tu tío? y el entonces niño de 3-5 años (fin los 60), Jose Mari tu sobrino? (Nacho y yo le cogíamos de las orejas, era muy simpático).
Gracias por la aclaración y la documentación del erróneo recuerdo que tenía del rayo en el olmo; entonces fue milagroso lo de Gerardo...

Hola: yo solía venir a pasar el mes de verano que nos dejaban en el seminario algún compañero, que no era de España, y no había entonces medios para ir de vacaciones a sus paises.
Estuvo un año J. Ureña de la Rep Dominicana (creo que es al que te refieres), y otro Dario Olodebiliquiya, indio Cuna de las islas S. Blas de Panamá.
Vicente no era nada mío, es el padre de Carmen Gomez, hoy mi cuñada. Jose Mari es mi sobrino, vive en el pueblo.
Lo del rayo fue una imprudencia: ¡con las veces que Dn Paco, el Maestro, nos tenía dicho que en caso de tormenta nunca nos metiéramos debajo de un árbol!
Y ya ves murieron dos chavales, aunque sí es cierto que se salvaron de la quema al menos otras 8 o 10 personas más que también se habían cobijado debajo del OLMO, el olmo mileario de Ayago, con mulas, maquinaria...

esa historia me la contó miguel muchas veces

He aprendido que.... cuando
siembras rencor y amargura

la felicidad se va a otra
parte.