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REDECILLA DEL CAMINO: HIPÓTESIS...

MADRE

Entre las sábanas enfermas, madre,
te duermes sin saber de mi vigilia.
Escúchame callar en esta hora
de muerte, de silencio y de agonía.
Cuán sana fluye la existencia afuera
con su rumor de rosas encendidas.

Tenía pocas cosas que decirte,
y aquí me tienes vuelta piedra herida.

¿Por qué tuviste la terrible culpa
de haberme dado leche de desdichas?
Recuerdo mi terror a los relámpagos.
Qué eternas esas noches se me hacían.
Caían Dios y rayos pero tú,
tardando, en mi rincón aparecías.
Mi madre loba que te vas muriendo,
he aquí, gimiendo, a tu pequeña cría.

HIPÓTESIS

Si tú a morir te fueras, si las mantas
muy frías se quedaran en tu lecho,
yo no te llevaría flores tristes
en donde estés. Le pediré a los cuervos
y al ruiseñor que no me condenaran
a ir desolada y pálida a tu encuentro.
Pañuelo de cenizas cubriría
la forma sin color de mis cabellos.

Llegabas a la cita apresurado
en busca de las uvas de mis besos,
y mi pezón mordías, vengativo.

Si tú a morir te fueras, hombre necio,
querré saber por qué te hiciste piedra,
helada luz, distancia, sal, espejo,
ternura fría. Yo querré saber
por qué y con qué intención te hiciste muerto.