como jose manuel no venga le dejo tirado hoy
MAR ADENTRO
Desnudo ante tí
aunque envuelto
en la frágil existencia.
Desde lejos alumbrarás
esa esquina entre los cuatro pinos,
donde la canícula
tal vez tenga piedad por mí.
Volvéras a escuchar
el grito molesto
de esa cascada,
donde el agua desliza apenas
sobre tus labios,
y no lava
tu aridez.
Mar adentro
te volveré a encontrar,
sin más medusas repugnantes
perfilandote desde lejos,
y agua salada
por tragar.
Y notable te destacarás
hasta allá abajo
donde los delfínes
no tienen miedo.
Desnudo ante tí
aunque envuelto
en la frágil existencia.
Desde lejos alumbrarás
esa esquina entre los cuatro pinos,
donde la canícula
tal vez tenga piedad por mí.
Volvéras a escuchar
el grito molesto
de esa cascada,
donde el agua desliza apenas
sobre tus labios,
y no lava
tu aridez.
Mar adentro
te volveré a encontrar,
sin más medusas repugnantes
perfilandote desde lejos,
y agua salada
por tragar.
Y notable te destacarás
hasta allá abajo
donde los delfínes
no tienen miedo.