Marcelino, por a qui por el norte tan bien hace los 39
Marcelino, si vez la LA TELE VASCA MIRAS HABER SI ME VEZ EN EL CHUPINAZO
GONZALO BERCEO
MARTIRIO DE SAN LORENZO
Coplas 92 a 105
Versificación moderna Clemente Canales Toro (1974)
92
Un día, Valeriano les dijo de mañana:
«Traedme a ese Lorenzo que los enfermos sana.
Veremos qué bondades hay en su yerba vana,
pues temo que salgamos con ganancia liviana».
MARTIRIO DE SAN LORENZO
Coplas 92 a 105
Versificación moderna Clemente Canales Toro (1974)
92
Un día, Valeriano les dijo de mañana:
«Traedme a ese Lorenzo que los enfermos sana.
Veremos qué bondades hay en su yerba vana,
pues temo que salgamos con ganancia liviana».
Luego que hubo llegado, le dijo Valeriano:
«Lorenzo, me pareces más perdido que sano.
Manda que los tesoros pasen a nuestra mano,
o lograrás perderte por torpe y por liviano».
Lorenzo dijo: —«Dame tregua hasta el tercer día.
Antes quiero el consejo de mi propia abadía.
Tú verás los tesoros, pero hoy no podría».
Contestó Valeriano: —«Eso es lo que quería».
«Lorenzo, me pareces más perdido que sano.
Manda que los tesoros pasen a nuestra mano,
o lograrás perderte por torpe y por liviano».
Lorenzo dijo: —«Dame tregua hasta el tercer día.
Antes quiero el consejo de mi propia abadía.
Tú verás los tesoros, pero hoy no podría».
Contestó Valeriano: —«Eso es lo que quería».
Creyó en estas palabras el duque Valeriano
pensando que tendría ya el total en su mano.
Y se alabó ante Decio diciendo muy ufano
que él le daría luego hasta el último grano.
96
Lorenzo, al fin del plazo, resolvió convocar
la multitud de pobres, de los que pudo hallar.
Se los llevó consigo y allá empezó a rezar:
«Estos son los tesoros que Dios más quiere amar.
pensando que tendría ya el total en su mano.
Y se alabó ante Decio diciendo muy ufano
que él le daría luego hasta el último grano.
96
Lorenzo, al fin del plazo, resolvió convocar
la multitud de pobres, de los que pudo hallar.
Se los llevó consigo y allá empezó a rezar:
«Estos son los tesoros que Dios más quiere amar.
Estos son los tesoros que jamás envejecen.
Cuanto más se reparten, mucho más enriquecen.
Los que éstos ayudan, quieren y compadecen,
alcanzarán el Reino en que Glorias florecen».
98
Suponiendo Valerio haber sido engañado
y que el plan no salía como había pensado,
fue ante el Emperador sumamente enojado
a decirle que el pleito se había trastornado.
Cuanto más se reparten, mucho más enriquecen.
Los que éstos ayudan, quieren y compadecen,
alcanzarán el Reino en que Glorias florecen».
98
Suponiendo Valerio haber sido engañado
y que el plan no salía como había pensado,
fue ante el Emperador sumamente enojado
a decirle que el pleito se había trastornado.