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REDECILLA DEL CAMINO: Lo que comenzó en 1930 como una empresa de paños y...

estoy por a qui

Este pasado fin de semana ha comenzado el otoño.

Esa en la que las noches resultan frescas… y hay que echarse una mantita en el sofá o incluso sobre la cama

Para traer las más espectaculares de cuantas se hacen en nuestro país hemos viajado hasta el pueblo riojano de Ezcaray (hablamos de él cuando escribimos sobre el hotel Echaurren). Un encantador lugar situado en la parte alta del valle del Oja, en cuyo centro se encuentra la fábrica de Mantas Ezcaray.

Lo que comenzó en 1930 como una empresa de paños y bayetas se convirtió unos años después en una fábrica de pañuelos, echarpes y tejidos de fantasía. Pero la gran transformación tuvo lugar en los años 50, cuando Cecilio Valgañón decidió introducir la fibra natural mohair como materia prima en buena parte de su producción. Pero sin dejar de lado la manufactura como parte esencial de su ADN. Mantienen las artes tradicionales de lavado, teñido de la lana y el acabado, que se realiza con cardo natural. El resultado es espectacular. Las mantas que se realizan con este lujoso pelo de cabra de angora son suaves, elegantes, cálidas. No tienen parangón.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Porque además tienen la increíble capacidad de no quedarse en una fábrica artesana de mantas, sino que son capaces de renovar su colorido y estampados cada temporada. Todas estas características no pasan desapercibidas a grandes firmas con las que colaboran: Etro, Ralph Lauren o Carolina Herrera son algunas de ellas.