Esta poesia de Miguel Hermández (será familiar tuyo?) tiene tanta fuerza, tanto dolor contenido, que no los puedes leer sin llorar... Creo que nadie como Miguel Hernández ha expresado el dolor de la ausencia del un ser querido...
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.