A las afueras del
pueblo está situada su
iglesia, dedicada a
San Pelayo, mártir, barroca, de una nave con
capillas en
cruz
latina y
cúpula, con
arcos de
piedra y
bóvedas encamonadas, de 100 m² y 10 de altura. Su
ábside es rectangular.
La
portada tiene
arco de medio punto, sencilla, bajo
pórtico cerrado también con arco de medio punto. Y la
torre es cuadrada,
de dos cuerpos, con
aleros moldurados, con cuatro huecos y dos
campanas.
La
pila es renacentista con acanalados y moldura en borde y pie cilíndrico; y el
retablo mayor es barroco-rococó, de 1740.
Llama la atención, por raro, un tríptico con pinturas de San Francisco en el sagrario de un retablo barroco.
Sus libros parroquiales comienzan en 1739