esta bonita planta, esta dedicada ha todas esas personas que sufren en la vida
por cual quier cosa que sea................... un abrazo....... puri
por cual quier cosa que sea................... un abrazo....... puri
lucia, carmen, puri, os deseo buen día. besi.......................... . garbiñe
Hay un zapatero en Huelva
que es un hombre muy cabal,
que sólo tiene un defecto:
que está toas las horas del día atajá.
Cuando toma las medidas
de alguna mocita que está de buen ver,
por culpa de la bebida
confunde la lezna con el tirapié.
Y cuando rebaja sentao en el portal,
las mozas del barrio le suelen llamar:
¡Zapatero!
Zapatero picón, zapatero,
mire usted, remendón, qué agujero,
Mire usted, chapucero, que anoche mi novio me los regaló
y me da que me da mucho miedo
que diga conmigo: «ya se me rompió».
A una niña muy coqueta la suela se le partió,
y al portal del zapatero
llorando y gimiendo la niña llegó.
Y le dijo el zapatero:
mi niña bonita, no llores tú más,
que ahora mismo con la lezna la suela partida te voy a arreglar.
Entonces la niña, que se mosqueó,
le dijo al maestro con aire zumbón:
¡Zapatero!
Zapatero picón, zapatero,
mire usted, remendón, qué agujero, Mire usted, chapucero,
que anoche mi novio me los regaló
y me da que me da mucho miedo
que diga conmigo: «ya se me rompió».
Atajá: borracho.
que es un hombre muy cabal,
que sólo tiene un defecto:
que está toas las horas del día atajá.
Cuando toma las medidas
de alguna mocita que está de buen ver,
por culpa de la bebida
confunde la lezna con el tirapié.
Y cuando rebaja sentao en el portal,
las mozas del barrio le suelen llamar:
¡Zapatero!
Zapatero picón, zapatero,
mire usted, remendón, qué agujero,
Mire usted, chapucero, que anoche mi novio me los regaló
y me da que me da mucho miedo
que diga conmigo: «ya se me rompió».
A una niña muy coqueta la suela se le partió,
y al portal del zapatero
llorando y gimiendo la niña llegó.
Y le dijo el zapatero:
mi niña bonita, no llores tú más,
que ahora mismo con la lezna la suela partida te voy a arreglar.
Entonces la niña, que se mosqueó,
le dijo al maestro con aire zumbón:
¡Zapatero!
Zapatero picón, zapatero,
mire usted, remendón, qué agujero, Mire usted, chapucero,
que anoche mi novio me los regaló
y me da que me da mucho miedo
que diga conmigo: «ya se me rompió».
Atajá: borracho.