Encontramos su nombre escrito en el año 1352, en el censo-pesquisa que mandó hacer el rey Pedro I en toda Castilla.
Riaño se generaró en la Edad Media, con un modo de producción basado en la
agricultura,
ganadería y explotación forestal articulado por la nobleza y el clero católico que obtenían las plusvalías de este sistema feudal.
Lugar incluido en el
Valle de Val de
Bezana dentro del partido de Laredo, que a su vez era uno de los catorce partidos integrantes de la Intendencia de
Burgos.
Tenía jurisdicción de señorío y su titularidad recaía en Don Pedro Hontañón de Porras, vecino de
Virtus, que era quien designaba al alcalde ordinario.
La
arquitectura popular de este
pueblo ganadero, responde en general a los parámetros de la tipología conocida como
casa montañesa, caracterizada por sus gruesos muros de mampostería, con pequeños vanos recercados en sillería, y con grandes solanas de madera a lo largo de la
fachada. Son notables también las construcciones de uso comunal como
fuentes,
abrevaderos,
lavaderos o la tradicional bolera.
El
edificio monumental es su
iglesia, que se encuentra en lo más alto del pueblo y está dedicada a
El Salvador. Se trata de un templo barroco con
arcos de
piedra y
bóvedas encamonadas,
ábside es rectangular y
torre cuadrada con cuatro huecos y dos
campanas.
Riaño es una estupenda oferta de
naturaleza.