Esta
torre o
casa fuerte adopta una posición defensiva en una de las entradas del desfiladero de Caderechas. Alzada sobre un montículo rocoso con caras muy escarpadas al Sur y Este. Es cuadrada (de 10 mts. De lado), de buena mampostería de toba con base de
piedras informes que, a su vez, se apoyan en la
roca viva.
Es posible que su emplazamiento en lugar aislado se deba a que todos los vecinos de las Caderechas eran hidalgos, por lo que en sus respectivos
pueblos no toleraban privilegios especiales, entre ellos levantar
torres en el casco de la población que resultasen peligrosas. Data del siglo XV, aunque parece ser que perteneció a un
castillo anterior, posiblemente del siglo VIII. La diferencia de materiales en sus muros parece apuntar a varias reconstrucciones.
Posee planta baja y dos pisos, siendo su altura máxima de 12 metros en la
esquina sureste y su superficie de 110 metros cuadrados. El forjado del primer piso se apoya perimetralmente en ménsulas de
piedra encajada en la
fábrica, para de evitar empotramientos en los muros.
Dispone de troneras defensivas de tamaño desigual, todas ellas talladas en un único bloque de piedra, excepto algunas del muro este.
En la segunda planta se disponen otros vanos a modo de
ventanales. Sobre la
puerta de acceso, de
arco apuntado, destaca un aljimez (
ventana bastante común en la
arquitectura árabe y cristiana
medieval) con
arcos de medio punto, que se repite en el muro opuesto, a diferencia de los vanos abiertos al este con arcos toscamente tallados.
Ha sido restaurada y se conserva en buen estado. Es propiedad del
Ayuntamiento de
Río Quintanilla. No tiene ningún
escudo pero perteneció a los Cortés de Oña.