En el muro oriental del
ábside, zona de mayor
antigüedad del conjunto, abrían tres elegantes
ventanales apuntados y geminados semicegados en la actualidad. Las
capillas que conforman el crucero se dedicaban a Santiago la del lado de la epístola (en la que además se encontraban los enterramientos de la
familia Fernández de la Isla), mientras que la del lado del evangelio era conocida como
capilla del
Cristo o de las Reliquias.