Como fue denominador común en todo cenobio cisterciense hispano, es de suponer que el conjunto de estancias en torno al
claustro se disponían de manera regular siguiendo los preceptos de la orden. Así, al este se situaba la panda del capítulo, al sur la del refectorio, al oeste la de conversos y, por último, al norte y junto a la
iglesia, la panda del mandatum.