De semejante factura es la
bóveda de la cilla o almacén de grano, situada al costado occidental del conjunto sobre la
roca viva. Igualmente, gracias a la labor del citado colectivo de voluntariado, en fechas recientes ha podido ser rehabilitada la estancia recuperándose también la
puerta que comunicaba con la galería claustral, hasta entonces cegada e impracticable.