Un día no muy lejano se encontraban los fieles de
Rioseras en misa y vieron caer una teja delante de sus propias narices. Afortunadamente, no hubo que lamentar desgracias personales en aquella ocasión, pero el incidente sirvió para que los vecinos de este
pueblo cogieran miedo y ya no volvieran a escuchar más misas en su
iglesia de siempre. No retejaron en su momento y, claro, la
ruina pronto se apoderó de la iglesia. En su lugar se construyó una moderna de cemento en medio del pueblo, pasando
San Saturnino al olvido. El desastre era evidente ya en 1987, como bien puede apreciarse en las
fotografías. Y así, una preciosa iglesia de los siglos XII-XIII,
románico-
gótica, con bellísima rejería barroca en el
pórtico de entrada, pasó a formar parte de las nobles
ruinas olvidadas de
Burgos. Era interesantísima la llamada
Capilla del
Cristo, del más puro estilo románico.