¡Hola amigos!, soy Eusebio, y por medio de esta charla grabada electrónicamente, quiero presentaros esta modesta maqueta que he hecho de la magnifica torre de mi pueblo que es Ros, así como algunos comentarios en forma de historia de la que es la autentica torre.
La idea de construir esta maqueta, ha sido porque desde siempre he admirado la calidad y belleza de esta obra, que además es el punto de referencia e icono del pueblo como cosa más importante de él. Al ser esto así, y como persona que quiere y ama su pueblo, me hacía mucha ilusión tener una representación de ella en mi casa. Pues de esta forma algo he conseguido y ya está puesta en el lugar más preferente. La construcción está hecha a escala de 1/30 aproximadamente.
La primera idea que tuve al comenzar este trabajo, fue construir el conjunto de torre e iglesia. Desistí de ello, porque al recopilar los distintos elementos y componentes, especialmente las campanas, y que estas fueran de un tamaño adecuado para que produjeran un sonido aceptable, la torre tenía que ser también proporcional a ellas. El resultado fue que al hacer el proyecto, me dio unas medidas algo considerables como se puede ver, y que al sumar la iglesia sería poco manejable para colocar en una estantería como es el caso. De cualquier forma, la parte posterior queda abierta para esta adaptación.
La estructura interna, es metálica, formada con ángulos de aluminio. Pues debido a sus dimensiones requiere una cierta consistencia. Estos ángulos están unidos con finas láminas de madera a las cuales en su exterior van adheridas con pegamento la simulación de piedras hechas en moldes con yesos y escayolas de distintas medidas y coloración, labradas a base de cuchilla y escofina.
La cantidad de piedras colocadas, es aproximadamente de 2.300 piezas, así como también de 750 tejas.
Las campanas, cada una de ellas es movida (volteada) por su propio motor. Este volteo, así como también su parada, es accionado por un mando a distancia. Si este fallara, se activa automáticamente con un temporizador electrónico.
El reloj, al igual que el de la torre auténtica, señaliza las campanadas de los cuarto las medias y naturalmente las horas. Su sonido pude ser del tipo carillón ó bim - bam. El volumen es regulable así como también la posibilidad de ser silenciado automáticamente en horas de la noche para no molestar, y sin que por ello pierda el sincronismo horario.
El acceso a todos estos elementos, se hace retirando el tejado que es móvil, o por la parte posterior que también es desmontable.
Hasta aquí el resumen de lo que es la presente maqueta.
En cuanto a la auténtica torre, diré que es el orgullo y satisfacción del pueblo, así como de gran admiración para todo el que la visita, y una sana envidia para los pueblo limítrofes. Pues dada su esbeltez y majestuosa construcción, no es fácil encontrar otra con estas cualidades.
Como datos aproximados, diré que sus medidas más significativas, son de 22 metros de altura (desde el suelo hasta el alar) y de 7,30 metros de ancha en su fachada principal. Los muros tienen un espesor de 1.20 metros. La escalera en caracol tiene una amplitud de paso de 0,85 metros y el número de peldaños es de 70 de dura piedra, más 4 al final de madera.
Su construcción es bastante reciente, por lo tanto fuera de las épocas románicas, góticas, ecta. Con lo cual creo se podrá decir que es de construcción clásica y contemporánea. Pues cumple ahora unos 210 años.
En el año 1.794 se concede la licencia para su construcción, y después de algo más de tres años se terminó el grueso de la obra. En el año 1.798, se pagó el importe principal, ascendiendo este a 25.000 rs. El total no lo he visto reflejado por ningún sitio, es de suponer que no sería superior a este principal. Estos y otros datos están tomados del libro que reedité el año 2006, denominado Ros y Monasteruelo, donde se podrán consultar todos ellos con más detalles.
No se especifica quien pagó los costes de la obra, si fue el obispado o el pueblo, ni en que proporción en el caso que fuera entre las dos partes. Yo entiendo, que debió ser el pueblo, aunque los datos no lo aclaran. Lo que si parece claro, es que el pueblo se encargó de realizar todos los trabajos de extracción y acarreo de la piedra, así como otros trabajos de la obra.
Esta piedra que como se podrá comprobar es de excelente calidad, está sacada en tres puntos distintos del termino municipal. Primero se empezó en el termino denominado Matalvín-Urías. De este punto dejaron de hacerlo, porque la cantera se hundió, con la suerte de que fue en la hora de la comida y los operarios estaban fuera de ella comiendo. Solo perdieron la herramienta y demás utensilios que quedaron sepultados. Por este motivo pasaron al lado opuesto de la cuesta, en el término llamado La Cabañuela. Pues al ser la misma beta, la piedra es de igual calidad. De aquí debió ser de donde más cantidad obtuvieron. Algo más adelante, en Baldecojos, también se extrajo algo.
Como decía antes, la torre es relativamente “joven”, y por lo tanto de pocas generaciones atrás. Nuestros bisabuelos, nacerían sobre esas fechas, y seguro que a nuestros tatarabuelos les tocó realizar estos trabajos de extraer y acarrear la piedra.
La torre está toda ella hecha de esta dura y excelente piedra de sillería, labrada a conciencia con una simetría extraordinaria, y que debido a ello, prácticamente no lleva argamasa en su asentamiento. Dignas de especial mención son las piezas puestas en las esquinas de las cornisas por sus grandes dimensiones, y la dificultad que conllevaría colocarlas y asentarlas en esos estratégicos puntos. Según los apuntes del libro al que antes me refería, para poder transportar estas enormes piedras fue necesario reforzar seis carros. Mucho esfuerzo e ingenio tuvieron que emplear para poder transportar y colocar estas moles, máxime a los escasos y rudimentarios medios que existían en aquellos tiempos.
El reloj, también es algo especial con respecto a los que existen en las torres de los pueblos limítrofes. Pues este además de dar las campanadas de las horas y las medias horas, que es lo que hacen los de su alrededor, también dá la de los cuartos. Por eso existe el dicho: ¡hombre, de Ros!, el pueblo donde dan “cuartos” refiriéndose en plan jocoso y con algo de sorna, asociando estos “cuartos” con “dinero”.
Dentro de la esfera del reloj está escrita la fecha del año 1.807 que será la fecha en la que se instaló, osea nueve o diez años después de acabada la torre, año 1.797-98. El funcionamiento de este reloj, hasta 1.998 ha sido por medio de su excelente mecanismo y movido por grandes pesas que colgaban por el interior de la torre. Para reponerlas (dar cuerda) el campanero las subía con una gran manivela o zanca. En este año 1.998, osea 200 años después de su puesta en funcionamiento, se adaptó el sistema electrónico actual, reduciendo así el tiempo de conservación y aumentando la precisión. Por estas fechas también se electrificó el toque de campanas.
La señalización de las horas, se hace por medio del golpeo de un martillo sobre una de las campanas y el de los cuartos y medias horas, también con otro martillo sobre uno de los esquilones. La señalización en la esfera, se hace por medio de una sola y rígida manecilla que apunta las horas y sus particiones.
De la antigüedad de las campanas, solo hay un dato en el mencionado libro, y es que una de ellas se fundió el año 1.700 por un tal Juan Zorrilla, de la otra no dice nada. De los esquilones dice, que se fundieron el año 1.895 por el campanero de Santa Cruz del Tozo, Patricio Ballesteros y que uno pesó 95 kilos y el otro 85 kilos. Según yo he oído a los más mayores, las campanas tienen su nombre, la de la derecha, Santa María y la otra, Romana.
Por lo que se deduce de este libro, antes de construir la torre, debía existir una espadaña en la parte donde hoy se encuentra la sacristía, y en esta espadaña un esquilón.
En cuanto a la iglesia, se cree que ni con mucho es la primitiva. No existen datos en los libros parroquiales hasta el siglo XVII y es de suponer que la primitiva fuera de la época romana como las de los pueblos limítrofes. Esta actual de Ros es más moderna, y además de dos o tres épocas, la parte que corresponde al altar mayor, es de estilo gótico, la de la puerta y todo lo posterior así como la parte norte, es aún más reciente.
Gracias por escucharme.
Madrid, febrero de 2008
La idea de construir esta maqueta, ha sido porque desde siempre he admirado la calidad y belleza de esta obra, que además es el punto de referencia e icono del pueblo como cosa más importante de él. Al ser esto así, y como persona que quiere y ama su pueblo, me hacía mucha ilusión tener una representación de ella en mi casa. Pues de esta forma algo he conseguido y ya está puesta en el lugar más preferente. La construcción está hecha a escala de 1/30 aproximadamente.
La primera idea que tuve al comenzar este trabajo, fue construir el conjunto de torre e iglesia. Desistí de ello, porque al recopilar los distintos elementos y componentes, especialmente las campanas, y que estas fueran de un tamaño adecuado para que produjeran un sonido aceptable, la torre tenía que ser también proporcional a ellas. El resultado fue que al hacer el proyecto, me dio unas medidas algo considerables como se puede ver, y que al sumar la iglesia sería poco manejable para colocar en una estantería como es el caso. De cualquier forma, la parte posterior queda abierta para esta adaptación.
La estructura interna, es metálica, formada con ángulos de aluminio. Pues debido a sus dimensiones requiere una cierta consistencia. Estos ángulos están unidos con finas láminas de madera a las cuales en su exterior van adheridas con pegamento la simulación de piedras hechas en moldes con yesos y escayolas de distintas medidas y coloración, labradas a base de cuchilla y escofina.
La cantidad de piedras colocadas, es aproximadamente de 2.300 piezas, así como también de 750 tejas.
Las campanas, cada una de ellas es movida (volteada) por su propio motor. Este volteo, así como también su parada, es accionado por un mando a distancia. Si este fallara, se activa automáticamente con un temporizador electrónico.
El reloj, al igual que el de la torre auténtica, señaliza las campanadas de los cuarto las medias y naturalmente las horas. Su sonido pude ser del tipo carillón ó bim - bam. El volumen es regulable así como también la posibilidad de ser silenciado automáticamente en horas de la noche para no molestar, y sin que por ello pierda el sincronismo horario.
El acceso a todos estos elementos, se hace retirando el tejado que es móvil, o por la parte posterior que también es desmontable.
Hasta aquí el resumen de lo que es la presente maqueta.
En cuanto a la auténtica torre, diré que es el orgullo y satisfacción del pueblo, así como de gran admiración para todo el que la visita, y una sana envidia para los pueblo limítrofes. Pues dada su esbeltez y majestuosa construcción, no es fácil encontrar otra con estas cualidades.
Como datos aproximados, diré que sus medidas más significativas, son de 22 metros de altura (desde el suelo hasta el alar) y de 7,30 metros de ancha en su fachada principal. Los muros tienen un espesor de 1.20 metros. La escalera en caracol tiene una amplitud de paso de 0,85 metros y el número de peldaños es de 70 de dura piedra, más 4 al final de madera.
Su construcción es bastante reciente, por lo tanto fuera de las épocas románicas, góticas, ecta. Con lo cual creo se podrá decir que es de construcción clásica y contemporánea. Pues cumple ahora unos 210 años.
En el año 1.794 se concede la licencia para su construcción, y después de algo más de tres años se terminó el grueso de la obra. En el año 1.798, se pagó el importe principal, ascendiendo este a 25.000 rs. El total no lo he visto reflejado por ningún sitio, es de suponer que no sería superior a este principal. Estos y otros datos están tomados del libro que reedité el año 2006, denominado Ros y Monasteruelo, donde se podrán consultar todos ellos con más detalles.
No se especifica quien pagó los costes de la obra, si fue el obispado o el pueblo, ni en que proporción en el caso que fuera entre las dos partes. Yo entiendo, que debió ser el pueblo, aunque los datos no lo aclaran. Lo que si parece claro, es que el pueblo se encargó de realizar todos los trabajos de extracción y acarreo de la piedra, así como otros trabajos de la obra.
Esta piedra que como se podrá comprobar es de excelente calidad, está sacada en tres puntos distintos del termino municipal. Primero se empezó en el termino denominado Matalvín-Urías. De este punto dejaron de hacerlo, porque la cantera se hundió, con la suerte de que fue en la hora de la comida y los operarios estaban fuera de ella comiendo. Solo perdieron la herramienta y demás utensilios que quedaron sepultados. Por este motivo pasaron al lado opuesto de la cuesta, en el término llamado La Cabañuela. Pues al ser la misma beta, la piedra es de igual calidad. De aquí debió ser de donde más cantidad obtuvieron. Algo más adelante, en Baldecojos, también se extrajo algo.
Como decía antes, la torre es relativamente “joven”, y por lo tanto de pocas generaciones atrás. Nuestros bisabuelos, nacerían sobre esas fechas, y seguro que a nuestros tatarabuelos les tocó realizar estos trabajos de extraer y acarrear la piedra.
La torre está toda ella hecha de esta dura y excelente piedra de sillería, labrada a conciencia con una simetría extraordinaria, y que debido a ello, prácticamente no lleva argamasa en su asentamiento. Dignas de especial mención son las piezas puestas en las esquinas de las cornisas por sus grandes dimensiones, y la dificultad que conllevaría colocarlas y asentarlas en esos estratégicos puntos. Según los apuntes del libro al que antes me refería, para poder transportar estas enormes piedras fue necesario reforzar seis carros. Mucho esfuerzo e ingenio tuvieron que emplear para poder transportar y colocar estas moles, máxime a los escasos y rudimentarios medios que existían en aquellos tiempos.
El reloj, también es algo especial con respecto a los que existen en las torres de los pueblos limítrofes. Pues este además de dar las campanadas de las horas y las medias horas, que es lo que hacen los de su alrededor, también dá la de los cuartos. Por eso existe el dicho: ¡hombre, de Ros!, el pueblo donde dan “cuartos” refiriéndose en plan jocoso y con algo de sorna, asociando estos “cuartos” con “dinero”.
Dentro de la esfera del reloj está escrita la fecha del año 1.807 que será la fecha en la que se instaló, osea nueve o diez años después de acabada la torre, año 1.797-98. El funcionamiento de este reloj, hasta 1.998 ha sido por medio de su excelente mecanismo y movido por grandes pesas que colgaban por el interior de la torre. Para reponerlas (dar cuerda) el campanero las subía con una gran manivela o zanca. En este año 1.998, osea 200 años después de su puesta en funcionamiento, se adaptó el sistema electrónico actual, reduciendo así el tiempo de conservación y aumentando la precisión. Por estas fechas también se electrificó el toque de campanas.
La señalización de las horas, se hace por medio del golpeo de un martillo sobre una de las campanas y el de los cuartos y medias horas, también con otro martillo sobre uno de los esquilones. La señalización en la esfera, se hace por medio de una sola y rígida manecilla que apunta las horas y sus particiones.
De la antigüedad de las campanas, solo hay un dato en el mencionado libro, y es que una de ellas se fundió el año 1.700 por un tal Juan Zorrilla, de la otra no dice nada. De los esquilones dice, que se fundieron el año 1.895 por el campanero de Santa Cruz del Tozo, Patricio Ballesteros y que uno pesó 95 kilos y el otro 85 kilos. Según yo he oído a los más mayores, las campanas tienen su nombre, la de la derecha, Santa María y la otra, Romana.
Por lo que se deduce de este libro, antes de construir la torre, debía existir una espadaña en la parte donde hoy se encuentra la sacristía, y en esta espadaña un esquilón.
En cuanto a la iglesia, se cree que ni con mucho es la primitiva. No existen datos en los libros parroquiales hasta el siglo XVII y es de suponer que la primitiva fuera de la época romana como las de los pueblos limítrofes. Esta actual de Ros es más moderna, y además de dos o tres épocas, la parte que corresponde al altar mayor, es de estilo gótico, la de la puerta y todo lo posterior así como la parte norte, es aún más reciente.
Gracias por escucharme.
Madrid, febrero de 2008