Esta ciudad milenaria tiene dos
iglesias:
Santa María y Santa Cecilia. Desde el Concilio Nacional de
Burgos, el año 1136, la una pertenecía a la diócesis de Osma y la otra a la de Burgos. El
río Arlanza que atraviesa Salas formaba parte de la línea divisoria entre estas diócesis. Esta extraña situación se soluciona en el siglo XVI cuando el obispado de Osma cede al de Burgos la
parroquia de Santa María. La unificación de las
parroquias no llegará hasta el año 1939 pasándose a llamar “Parroquia de Santa María y Santa Cecilia” con dos iglesias, con sus respectivas
pilas bautismales y
cementerios, pero una sola comunidad parroquial.
La
iglesia de Santa María actual fue consagrada el año 1492 en estilo
gótico aunque también se conservan restos de la edificación anterior,
románica. La
portada es renacentista de 1549. En el interior tres naves, con
columnas,
arcos y
bóvedas estrelladas de
piedra. La
pila bautismal es una copia de la de
Terrazas,
gótica.
Llama la atención el
retablo mayor, renacentista, del año 1550, dedicado a Santa María. Atribuido a Diego Guillén que tiene influencias de Diego de Siloé y Felipe de Vigarny. En la nave derecha hay un retablo clasicista dedicado a
San Benito. En la nave izquierda hay un crucificado del siglo XIV.
Dentro de la iglesia se conservan en una arqueta los restos de las cabezas de los siete infantes de Lara y su instructor.
A la otra orilla del rio Arlanza,
barrio de Costana, hay otra iglesia dedicada a Santa Cecilia, gótica, de tres naves con columnas, arcos y bóvedas estrelladas en piedra.
Destaca la pila bautismal, románica, de copa con cenefa y arcos de relieve y base cuadrada. El retablo mayor es clasicista de 1640, dedicado a Santa Cecilia. Tiene otros dos buenos
retablos clasicistas.
Además en Salas hay tres
ermitas dedicadas a San Roque, San Isidro y las Ánimas.
Las
fiestas patronales se celebran el 15 y 16 de agosto, La Asunción y San Roque.