He sentido nostalgia de aquellos años de
juventud cuando íbamos a
comer el "rosco" al "gorrión", el día de Pascua de Resurrección o cuando salíamos a "Las Ánimas" a
esperar a la
Virgen de Rivas y acompañarla en su
camino hasta Las Quintanillas, para oir Misa y cantarle la Salve al final de la misma. Recuerdo con
cariño los días de
Escuela, con Doña Esther, la Maestra, hija de D. Felipe y de Dª. Andrea, que, con tanto amor y dedicación, nos inculcó los primeros conocimientos, nos enseñó a leer,
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