por Pedro Lozano
Huerta
Su
iglesia, dedicada a
San Nicolás de Bari, es
románica en su cabecera, con
columnas,
capiteles,
arcos y
bóvedas de
piedra, probablemente edificada por
San Juan de Ortega, y parte de la iglesia con capiteles singulares. Lo demás, en
cruz griega, es del siglo XV, quizás trabajado por Simón de Colonia. Su
ábside es
románico con haces de columnas, capiteles historiados y tres
ventanales, bajo doble arcada, del siglo XII. La
portada es
gótica con
arco rebajado, columnas,
capitel corrido y tres arquivoltas lisas,
escudos y óculo. Hay otra
puerta barroca al exterior, entrada a la
capilla, de gran arco de medio punto protegido por interesante
reja de hierro, con
santo, friso y remate de bolas. La capilla es gótica, de una nave, con columnas, capiteles corridos, bóvedas estrelladas con buenas
rejas y canes. Y
la
torre es una
espadaña de los cuerpos rematada en bolas, con tres huecos, dos
campanas y un campanillo.
La
pila es gótica; y el
retablo mayor (de la capilla) es barroco con dos relieves del siglo XVI.
En la cripta de la iglesia está el sepulcro románico del santo, una de las piezas románicas más importantes de la provincia, conocida documentalmente desde el siglo XV, pero desenterrado recientemente. En la iglesia está el mausoleo
gótico florido, probable-mente obra de Gil de Siloé. Hay un Crucificado procesional del siglo XVI y un crucifijo de marfil del siglo XII.
Tiene dos
claustros: uno clasicista, incompleto y otro más pequeño del si glo XVI, porque fue
monasterio de monjes jerónimos.
Sus libros parroquiales comienzan en el año 1712.
Miles de peregrinos se detiene cada año a orar ante la tumba del santo y son muchos los que pernoctan en su
albergue, como peregrinos. Entre los más famosos podemos citar a Alfonso VII, Isabel la Católica.