En esta
escuela cada niño tenía que llevar un PIAZARRA y un PIZARRíN para escibir y hacer cuentas.
Además en el
invierno había un encargado de prender un BRASERO metálico que se colocaba bajo la mesa de la maestra para potegerla del frío.
Con el tiempo, y específacamente en esta escuela, teníamos una estufa con una
chimenea que salía al exterior por la
ventana. Los muchachos, por turno, la encendíamos y calentábamos el ambiente antes de la llegada de los chiguitos.(PMB).