San Mamés de Abar, también llamado del Tozo, es una pequeña localidad perteneciente al
ayuntamiento de
Basconcillos del Tozo, situada al noroeste de la provincia de
Burgos, en pleno
valle del Tozo, en una zona de transición a la
montaña, en la comarca administrativa de Páramos-Las Loras.
Se alude por primera vez a este lugar en un documento de 1190 por el que Alfonso VIII concedió al
monasterio de San Miguel de Villamayor de Treviño la villa de Favar, en el alfoz de Panizares, próxima a San Mamés.
Se entiende por tanto que existían dos aldeas, una en torno a la
iglesia actual de la que recibió su nombre y otra, Abar, con su iglesia de
San Clemente, que acabó despoblándose.
La trama urbana aparece muy consolidada. Son
calles estrellas, manzanas compactas con edificaciones con
patios, cercados por muros de
piedra.
Su iglesia renacentista está dedicada a San Mamés y se sitúa en el lado sur del
pueblo. La actual sustituye a una primitiva
románica de la que se reaprovecharon algunos elementos como muros del presbiterio y los
capiteles del
arco, decorados con hojas planas que se rematan en
frutos. Su
ábside es poligonal, la
portada es clasicista y la
torre es cuadrada, sobre gran arco, donde se cobija una imagen de piedra. En su interior una
pila románica con anillo de aros entrelazados, pie cilíndrico y base cuadrada
La economía se basa en la
agricultura que se fundamenta en el cultivo de la patata, y en menor medida del secano, fundamentalmente trigo y cebada.
Aquí, en
Fuente Abar, nace el Rudrón, primer afluente importante del Ebro. Con poca
agua discurre hacia el norte hasta llegar a Basconcillos, convirtiéndose en
río subterráneo durante más de 3 km. volviendo a aparecer en
Barrio Panizares. En este pueblo y en El Tozo se le denomina río Hurón. Desde Barrio Panizares hasta su desembocadura en el Ebro en Valdelateja se le denomina Rudrón