En pleno
valle del Tozo, al abrigo del viento del Oeste por el
monte Cofrecho, cercano a la
carretera de
Burgos a Aguilar de Campóo a la que lo une en Basconcillos un ramal de 3 km, en terreno desigual, encontramos a
SAN MAMÉS DE ABAR, también llamado del Tozo, a 22 km de Villadiego y 45
de Burgos.
Siente el calor y la compañía de
San Martín de Humada, Fuencaliente de Lucio y
Talamillo del Tozo tras los
montes, y Trashaedo del Tozo,
Prádanos del Tozo, Basconcillos y
Solanas de Valdelucio.
Joaquín Cidad Pérez cita su nombre escrito por primera vez en un documento del 9 julio de 1160: “in Sancto Mamete”, en su obra “San Andrés de Montearados,
pueblo milenario” y el 22 marzo de 1190 aparece en las crónicas de Alfonso VIII: “prope Sant Mames”.
Sus pobladores afirmaron en las respuestas generales del Catastro del Marqués de la Ensenada en 1752 que pertenecían únicamente al rey, al que pagaban tributos; era, por tanto, lugar de realengo.
Desconozco el número de sus habitantes a mediados del siglo XIX, ya que su nombre no figura en el Diccionario geográfico de Pascual Madoz. Al finalizar el siglo, sin embargo, lo encontramos con 201 personas en el año 1900, número que mantuvo en la dura primera mitad del siglo XX, presentando en 1950 un censo de 205 habitantes. Y termina el siglo con 39 personas en el año 2000, superados los embates de la emigración de la segunda mitad.