Pablo, el pastor, hacía sonar el CUERNO cada mañana, en varios puntos del pueblo...la gente soltaba sus ovejas y Pablo, ataviado con su ZAMARRA y el ZURRON, las reunía y las guiaba por las cañadas hacia la Cuculilla, el Monte, la Peña, Cazón o Cuesta Rasa donde pastaban todo el día para regresar en las tardes a las tenadas.