Sus habitantes celebran su fe en una
iglesia, dedicada a
San Martín, obispo, barroca, de una nave con pilastrones y
arcos de
piedra y
bóvedas encamonadas
de yeso. El
ábside es rectangular con
aleros moldurados. La
portada, con
arco de medio punto, está oculta bajo
pórtico cerrado con arco también de
medio punto y
puerta nueva bien cerrada, dando la sensación de que es esta la verdadera portada. Y la
torre es cuadrada, con imposta corrida y
alero
moldurado, con cuatro huecos y dos
campanas.
La
pila es de copa lisa, con borde moldurado y pie cilíndrico; y el
retablo mayor es neoclásico.
Sus libros parroquiales dan comienzo en el año 1672.
Hay noticias de dos antiguos
monasterios; uno dedicado a San Martín, que luego se convirtió en
parroquia y otro del que queda una
ermita dedicada a
Nuestra Señora de las Riberas.
Están catalogados en sus tierras dos yacimientos arqueológicos posiblemente
Medievales, uno de ellos la ermita.
Y con toda seguridad pasaba por sus tierras la calzada
romana de Pisoraca a los
puertos del norte.