En lo alto de una escalinata, rodeada por un pretil que delimita el recinto, una elegante
espadaña barroca oculta un sencillo y austero templo
románico de finales del siglo XII, la
iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de
San Martín del Rojo.
Se trata de una construcción de buena sillería labrada a hacha y con numerosas marcas de cantero, cuya estructura
románica sólo se ha visto alterada por el añadido de una espadaña barroca, la sacristía y un
pórtico en el que se reutilizaron
columnas y
capiteles de la arruinada iglesia del hoy desaparecido
pueblo de
Fuente Humorera, decorados con curiosas escenas que parecen representar a unos músicos junto a una bailarina en uno de ellos, y lo que podría ser un domador con su
caballo en el otro.
El templo es de una nave de tres tramos con contrafuertes al exterior y
ábside semicircular con contrafuertes prismáticos, con canes labrados con temática humana y una
ventana en el centro del ábside con decoración geométrica.
La
portada se organiza mediante
arco de medio punto y cuatro arquivoltas con decoración variada y motivos muy toscos. Las dos más alejadas de la
puerta están decoradas con personajes encadenados realizando distintas actividades y con motivos florales y
cruces. En los extremos de la segunda arquivolta exterior se encuentran dos figuras demoníacas.
El aspecto sólido contrasta llamativamente con la
ruina y el abandono que se cierne sobre el despoblado de San Martín del Rojo.