En un maravilloso paraje, sobre un crestón rocoso bien destacado, se encuentra la
Ermita de
San Pantaleón de Losa, que domina el
caserío de la villa. Todo el conjunto nos recuerda a la proa de un
barco, perfectamente visible en su entorno. Su acceso es complicado, por tratarse de una elevada y continuada pendiente.
El nombre y la consagración de la ermita a San Pantaleón aparecen en una inscripción de 1207, en la que además, y siendo un
edificio de pequeño tamaño, se le otorga el nombre de basílica.
Fue bendecida el 27 de febrero de dicho año por el obispo de
Burgos don García. A pesar de ser consagrada en 1207, tal vez fuera construida a finales del siglo anterior, como otras que encontramos en la comarca.
La planta de la ermita está condicionada por la gran inclinación del terreno sobre el que se levanta. Conserva una singular
portada y una
espadaña sobre el
arco triunfal, algo frecuente en el período
románico. Los
capiteles representan diversos motivos, algunos de los cuales recuerdan a los de la
iglesia de
Santa Maria de Siones, también
románica.
La arquivolta exterior de la portada se apoya en uno de sus lados sobre un gran 'atlante', vestido con una corta túnica, ceñida por un cinturón y por una especie de
manto que se recoge en el hombro. En el lado derecho, un cuerpo alargado dibuja un zig zag que pudiera representar un rayo.
Encima del 'atlante' hay una gran losa en la que se aprecian representaciones casi exentas. Se distingue la figura de una loba, bajo cuyas patas parece encontrarse un hombre y más atrás otro pequeño animal al que está amamantando.
Junto a este motivo, una mujer sujetando a un
león lleva a pensar en la representación tradicional de Sansón luchando con el león. En el resto de las arquivoltas se encuentran representaciones geométricas, pero en una de ellas llama la atención la sucesión de cabezas y pies de figuras humanas, que se repiten en uno de los
arcos de las
ventanas.
Los vanos del resto de edificio están resguardados por varias arquivoltas, sujetadas por
columnas con singulares capiteles, similares a los que se encuentran en el interior de la ermita, en los que fundamentalmente se aprecian representaciones de monstruos arremetiendo contra hombres con rostro y gesto horribles.
Recientemente, los estudios realizados por investigadores del CSIC han sacado a la luz una nueva teoría acerca de la curiosa iconografía de esta ermita.
Según esta hipótesis, las imágenes que pueblan los capiteles y la portada se labraron a la vez y representan los seis martirios de San Pantaleón: con plomo fundido, ahogamiento en el
mar, en la rueda, en el
potro, arrojado a las fieras y con una espada hasta que, finalmente, fue decapitado.
A la etapa
gótica corresponde la ampliación de la nave hacia el norte, en el siglo XVI, y se distingue por el uso de un lenguaje renacentista que incorpora elementos góticos, como los nervios de las
bóvedas.
La Ermita de San Pantaleón de Losa constituye uno de los exponentes más singulares del románico de la provincia de Burgos. Por último, cabe destacar la extraordinaria panorámica que se obtiene del
Valle de Losa desde su emplazamiento.