Este apartado paraje donde aún románticos e historiadores se acercan interesados por los misterios que ocultan sus
piedras. Quién sabe si entre ellos haber guardado un día el mismo
Santo Grial que los Templarios trajeron desde la lejana Jerusalén. La
ermita de
San Pantaleón de Losa, consagrada en 1207, es una de las más fotogénicas y pintorescas de las Merindades y de toda la provincia burgalesa que se ha vinculado por algunos al Santo Grial. Sin embargo sí es posible que aquí se guardase una reliquia de San Pantaleón: una ampolla con su sangre y que fue llevada hace siglos al
Convento de la Encarnación de
Madrid, donde se licúa cada 27 de julio.