Una buena
portada sirve de ingreso por la
fachada occidental. Lo más curioso es el atlante -que para algunos expertos podría ser Sansón por su larga cabellera o el mismísimo
San Pantaleón- que la flanquea por un lado y el zigzagueado por el otro. En el hastial, presbiterio y
ábside hay algunos
ventanales muy trabajados, con
arcos de medio punto sobre varios pares de
columnas con algunos fustes trabajados que vinculan esta
iglesia con el
monasterio alavés de Estíbaliz.