Este legendario
monasterio está situado a poco más de 10 km del centro de
Burgos.
Está considerado como Bien de Interés Cultural y como el monasterio benedictino más antiguo de
España.
Sus orígenes remontan probablemente al siglo VIII, pero es a finales del siglo IX cuando fue refundado por el rey Alfonso III convirtiéndose en un destacado centro de gran poderío e influencia cultural.
Su
historia está intrínsecamente ligada a la de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid.
Según la leyenda, éste fue el lugar en el que permanecieron su mujer y sus hijos durante su destierro.
El monasterio guardó el sepulcro del héroe castellano durante siglos, hasta que en el año 1808 sus restos fueron profanados.
En el monasterio se encuentra la tumba de Babieca,
yegua del Cid.
La abadía fue renovada en los siglos XVII-XVIII.
En el siglo XIX es expoliada por las tropas francesas durante la Invasión y más tarde abandonada durante casi un siglo, tras la desamortización de Mendizábal.
Durante la Guerra Civil fue usada como
campo de concentración.
Desde 1941 ha recuperado su uso monacal con la llegada de monjes cistercienses trapenses.