San Pedro de la Hoz es una pequeña localidad del municipio burgalés de
Galbarros, situada al noreste de la capital provincial, junto a un arroyo que forma la hoz que le da su apellido, cercano al
Santuario de Santa Casilda, en la comarca de la Bureba.
Su nombre aparece citado por primera vez en el fuero de
Cerezo en los siglos XII-XIII. Tenía jurisdicción de realengo, es decir, gozaba de la protección del rey.
El
caserio se estructura paralelo a su
calle principal y a la
carretera. Y aunque el
pueblo cuenta con pocos habitantes, en sus
calles no faltan gatos descansando sobre su empedrado sin alterarse lo más mínimo.
Su
iglesia, en la zona más alta del pueblo, está dedicada a Nuestra Señora de la Asunción. Se trata de un templo renacentista, que se encuentra en bastante mal estado. La la
torre es cuadrada, amplia, aguarda dos
campanas de leyenda nada corrientes de bronce. Una de ellas es enorme y de sonido largo pero las dos tienen crípticos
mensajes, en tipografía y alfabetos varios y cuyo significado nadie hasta ahora ha sabido descifrar.
Nada mas salir del pueblo se encuentran las tristes
ruinas de la antigua iglesia de San Pedro, vieja iglesia del pueblo, y parece ser que antes fue un
monasterio. En San Pedro de la Hoz se conserva un can
románico procedente del templo, decorado con un prótomo de bóvido, astado, de orejas puntiagudas y ojos almendrados.