Ha sido estudiada y restaurada después del incendio de su techumbre en 1986.
Edificio muy atípico, posiblemente de origen tardoromano, modificado en el siglo VII y convertido en
iglesia durante la repoblación, en el entorno del año 900.
Descripción
San Vicente del Valle: Vista del costado surEn el sector oriental de la provincia de
Burgos, situada en las estribaciones septentrionales de la
Sierra de la Demanda, se encuentra esta construcción de época visigoda, muy poco conocida, pero que por su magnífico estado de conservación y sus especiales características, parece de gran interés para conocer la
arquitectura de esa época, de la que, por desgracia, nos han llegado tan pocas muestras.
Se trata de un edificio de planta rectangular de una sola nave de grandes proporciones, que conserva su estructura original y una cabecera cuadrada orientada hacia el nordeste, de época mozárabe, que posiblemente sustituye a una anterior de menor tamaño. La nave está iluminada por medio de cuatro
ventanas sencillas de medio punto en el costado sur y por dos sorprendentes conjuntos de ventanas gemelas en cada costado, situadas a gran altura y formadas, cada una de ellas, por dos
arcos de herradura, separados por una
columna con
capitel e imposta.
En la restauración posterior a un incendio de su
tejado en 1986, se efectuaron en ella excavaciones arqueológicas que sitúan su fundación en época visigoda, aunque en ella se reutilizaron materiales de algún edificio
romano o paleocristiano anterior. No obstante, se distinguen dos fases, anteriores al siglo VIII, claramente diferenciadas en su construcción; la primera en la que se construyó la nave, con las ventanas inferiores, y un
ábside, hoy desaparecido, y otra posterior en la que se aumentó la altura de la nave y se abrieron las ventanas gemelas a mucho mayor altura. Posteriormente, en época mozárabe – siglos IX ó X – parece que pasó a ser un
monasterio de cierta importancia en la zona y se le añadieron el ábside actual, con tres ventanas, cubierto por una
cúpula y con una interesante cornisa decorada con motivos geométricos y vegetales. También en esa fase se añadió un
pórtico, que en parte se conserva, formado por tres compartimentos, habiéndose encontrado una pileta
bautismal en el situado al sur y cuatro basas de
columnas, enmarcando la
puerta de entrada, en el central. Ya en el siglo XIII sufrió una nueva modificación, en la última época del
románico, en la que se añadieron, tanto la puerta actual como la
espadaña y se modificó el
arco de entrada al ábside.
San Vicente del Valle: Cabecera y costado norteEn la misma restauración aparecieron, además de una tumba situada a los pies de la nave, en el lado opuesto al ábside, que ha sido considerada de la primera fase de construcción, una serie de restos decorados de distintas épocas que nos parecen de gran interés a la hora de analizar este edificio. En efecto, mientras en su construcción se reutilizaron diversos elementos de época
romana, entre ellos varias estelas funerarias, y posteriormente, ya en época
medieval su entorno se utilizó como
cementerio, del que se han conservado diversas estelas discoidales, sólo han aparecido de época visigoda los cuatro
capiteles que existían sobre las columnas de separación de las ventanas gemelas, considerados del mismo taller y de los siglos VI ó VII, algunos de ellos sorprendentes por incluir rostros humanos en un tipo de
escultura de bulto no habitual en la talla visigoda.
Conclusiones
San Vicente del Valle: Vista de la nave desde la cabeceraConsiderando todo lo expuesto, este edificio, del que sabemos que incluía en un extremo una tumba que se ha considerado de una primera fase visigoda, y que después de la reconquista de la zona fue rehabilitado y utilizado como iglesia de un monasterio, situación en la que ha llegado hasta nuestros días después de haber sufrido también algunas modificaciones en el siglo XIII, contiene una serie de características muy poco habituales en la arquitectura visigoda y totalmente contradictorias con los ejemplos de la arquitectura religiosa de ese periodo que conocemos hasta ahora. Entre ellos podemos destacar los siguientes:
No está orientado hacia el este, sino hacia el nordeste.
Hay muy pocas
iglesias visigodas formadas por una única nave y un ábside y ninguna de tan gran tamaño.
No conocemos ninguna iglesia visigoda con dos líneas de ventanas a distinta altura.
Los arcos de las ventanas inferiores son de medio punto, mientras que los de las superiores son de herradura, lo que parece indicar que el edificio original sea de época anterior y la parte superior de los muros pertenezca al periodo visigodo.
Muy pocas iglesias de esa época tienen su entrada principal en un costado y las que hay son de tipo norteafricano y están situadas en la mitad sur de
España.
Entre los restos con decoración que han aparecidos, únicamente los cuatro capiteles de las ventanas son considerados como visigodos, sin embargo hay múltiples piezas de periodos anteriores.
San Vicente del Valle: Detalle de uno de los capiteles visigodosPor todo ello, una opción a tener en cuenta a la hora de analizar las posibles fases de construcción y utilización de este edificio, sería que se trate originalmente de una construcción de época romana o paleocristiana – el
paisaje de la zona es muy adecuado para que existiera allí una villa romana -, a la que corresponde la parte baja de los muros con las ventanas en arco de medio punto. A finales del siglo VI o a lo largo del VII habría sido reconstruida o ampliada, aunque también en este caso como edificio civil, ya que su estructura no tiene nada en común con una iglesia visigoda y es demasiado abierto para ser una construcción
militar.
El único antecedente de época visigoda al que podemos recurrir para encontrar una estructura de este tipo son los restos del
palacio de Recópolis. San Vicente del Valle: Detalle de la cornisa decorada del ábside mozárabeEste palacio, del que sólo queda la planta hasta una altura aproximada de un metro, pero del que existe una reconstrucción teórica que nos parece adecuada, fue construido en la época de Leovigildo y consistía en un edificio rectangular de más de 130m. de longitud por 9 de anchura, distribuido en varias naves contiguas, todas ellas de dos alturas según dicha reconstrucción, y con ventanas en ambos pisos. Existe una diferencia importante con la nave de San Vicente del Valle, porque en Recópolis se utilizó una serie de pilares centrales para soportar el tejado a dos
aguas, que no aparecen aquí, lo que podría estar justificado por tratarse de una nave de mucho menor longitud, o por un mayor desarrollo de las técnicas constructivas ya que posiblemente la ampliación de San Vicente fuera posterior en casi un siglo. Si aceptáramos esta posibilidad, la iglesia de
Santa María del Valle habría sido en su versión visigoda un edificio civil de dos plantas, posiblemente el palacio de una gran propiedad rural o de una ciudad pequeña. Para apoyar esta teoría podríamos recordar que la otra ciudad que sabemos que fundaron los visigodos en España fue Vitoriacum, es decir, Vitoria, a sólo 107kms al norte de San Vicente del Valle, con lo que no parece descabellado pensar que en este lugar, situado entre esa ciudad y la zona de España más poblada por los godos, hubiera un centro visigodo de alguna importancia.
Sea como fuere, lo que nos parece evidente es que este edificio tan poco conocido de San Vicente del Valle, por sus especiales características y porque quizá se trate de la única construcción civil visigoda que ha llegado en pié hasta nosotros, merece una atención muy superior a la que ha recibido hasta ahora y, por supuesto, una visita por parte de los aficionado al
Arte Prerrománico Español.