Son pequeñas cabañas de planta rectangular, con
tejado a una o dos
aguas y con la
fachada principal, donde están las
colmenas, orientada al mediodía. Los muros son de
piedra en seco o trabada en barro e incluso de adobe, pudiendo llegar hasta dos metros y medio de altura y con un grosor de más de medio metro. El muro principal está formado por los hornillos en posición horizontal, colocados en tres o cuatro filas superpuestas una encima de otra y, entre ellos, rellenado con
piedras pequeñas o adobe para tapar todos los huecos impidiendo de esta manera la entrada de ratones,
agua y frío.
Estas hornilleras se suelen encontrar alejadas de los
pueblos.
En la actualidad todavía se pueden encontrar en varios puntos de nuestra provincia